La gastronomía de Pasto, la capital del departamento de Nariño en Colombia, es un tesoro culinario que merece ser redescubierto y celebrado. A pesar de su rica historia y diversidad de platillos, la comida típica de esta región ha sido relegada al olvido en comparación con otras cocinas más populares del país. Hoy, quiero compartir mi postura sobre por qué la comida típica de Pasto es un patrimonio gastronómico invaluable que debería ocupar un lugar destacado en la mesa colombiana.
1. El Famoso Cuy Asado
Uno de los íconos más representativos de la gastronomía pastusa es el cuy asado. Este platillo, aunque puede resultar sorprendente para algunos, es una delicia culinaria que cuenta con siglos de tradición. Preparado con especias locales y cocinado a la perfección, el cuy asado es una experiencia gastronómica única que refleja la identidad cultural de la región. Es lamentable que, debido a prejuicios y desconocimiento, muchos no se atrevan a probarlo y disfrutar de su exquisito sabor.
2. El Exquisito Hornado
Otro plato que merece reconocimiento es el hornado. Este suculento asado de cerdo, marinado con una mezcla de especias y hierbas andinas, se cocina lentamente hasta alcanzar una textura tierna y jugosa. Acompañado de mote, papas y una salsa de ají picante, el hornado es una muestra del ingenio culinario de los pastusos. Deberíamos sentirnos orgullosos de este platillo que combina lo mejor de la tradición y la innovación.
3. La Sopa de Chochos
La sopa de chochos es una joya oculta en la gastronomía de Pasto. Los chochos, similares a los altramuces, son una legumbre rica en proteínas y nutrientes. Esta sopa, que incorpora chochos, papas, maíz y hierbas aromáticas, es un ejemplo perfecto de cómo los ingredientes locales pueden transformarse en un platillo reconfortante y nutritivo. Es un recordatorio de la importancia de valorar y preservar nuestras tradiciones culinarias.
4. Las Empanadas de Pipián
Las empanadas de pipián son otro platillo emblemático de Pasto. Estas empanadas, rellenas de una mezcla de papas, maní y especias, son crujientes por fuera y suaves por dentro. Son perfectas para cualquier ocasión, desde un almuerzo informal hasta una celebración familiar. Sin embargo, su popularidad ha disminuido con el tiempo, y es nuestra responsabilidad revivir y promover estos deliciosos bocados.
5. Postres Tradicionales
No podemos olvidar los postres tradicionales de Pasto, como el dulce de sambo y las panelitas de leche. Estos dulces, elaborados con ingredientes naturales y técnicas ancestrales, son una parte esencial de la identidad culinaria pastusa. Cada bocado nos conecta con nuestras raíces y nos recuerda la riqueza de nuestra herencia cultural.
Conclusión
Es imperativo que reconozcamos y celebremos la comida típica de Pasto como un tesoro gastronómico que merece ser difundido y apreciado. No solo es una cuestión de orgullo regional, sino también una oportunidad para enriquecer la diversidad culinaria de nuestro país. Al promover y preservar nuestros platillos tradicionales, estamos asegurando que futuras generaciones puedan disfrutar y valorar la riqueza de nuestra cultura.
Invito a todos a redescubrir la gastronomía de Pasto, a probar sus sabores únicos y a compartir estas experiencias con otros. Solo así podremos garantizar que este tesoro gastronómico olvidado reciba el reconocimiento que verdaderamente merece.
